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Competencia
En el lenguaje cotidiano se
utilizan los términos competencia, cualificación
y cualificación clave mayormente como sinónimos.
Si analizamos la palabra más de cerca, encontraremos que
la raíz latina del término competencia proviene del
verbo competere, que significa ámbito de responsabilidad
o facultad. Este significado perdura hasta el momento. Normalmente
se atribuyen desde fuera a una cosa o una acción un ámbito
de responsabilidad o una facultad.
Además de ello en el lenguaje cotidiano se interpreta este
témino en el sentido de „poder“ y/o „poseer
facultades especiales“. El verbo „poder“ se entiende
normalmente como „poder hacer algo“. De este modo nace
una combinación de palabras como „competencia directríz“ o „competencia
comunicativa“.
Es el común denominador para ambas interpretaciones es su
existencia con respecto a algo. También en el marco de un ámbito
de responsabilidad, necesita la persona, facultades que le ayuden
a cumplir su cometido. En este sentido el individuo debe poder utilizarlas.
Competencia puede, de este modo en contextos específicos,
ser entendida como conducta situativa exitosa. Esta tiene su base
en recursos que abarcan conocimiento de los hechos, destrezas, valores,
motivos, facultades y experiencias reflexivas en contextos concretos.
La formación profesional para
Coach de acuerdo a la „Hamburger Schule“ desarrolla las
competencias para lograr el estado definido como „Competencia
de Coach“.
El término competencia será problemático entonces,
cuando se quiera describir lo que alguien deba „poder“ para
ser competente. Dependiendo de cómo alguién interprete
por ejemplo dirección o comunicación, escogerá las
facultades necesarias para un „poder“ exitoso. La interpretación
de la palabra se orienta entonces a un sistema de referencia, a un
contexto, individualmente definido.
La idea de coaching como un contexto enpático-dramatúrgico
conlleva un convenio en lo refente a los valores que rigen en el
mismo. Los valores en sí, sirven de base para la valoración
de competencia.
El objetivo del coaching es lograr una „concepción de
autoestudio eficáz“. Cada selección de facultades
y destrezas de un coach debe orientarse en lo siguiente:
•
consideración de los valores del contexto-coaching
•
consideración de la expectativa de eficacia del coaching
Para la selección estructurada de facultades y destrezas de
un coach la „Hamburger Schule se sirve de su „Modelo
de Competencia“.
Un modelo de competencia es en principio „libre de contexto“ pues
describe en un nivel elevado de abstracción los requisitos
de competencia generales. Lo cual implica, sin formular de antemano
una expectativa de eficacia decidida o relacionar con exigencias
en un contexto concreto y/o con facultades o destrezas específicas.
?La clasificación en diferentes „areas de competencia“ (por
ejm. competencia personal, competencia comunicativa etc.) ofrece
una estructura que facilita la transmisión en el caso específico.
A un nivel de abstracción en Modelos utilizados en diferentes
departamentos en forma general, se pueden encontrar facultades y
destrezas necesarias específicas en el determinado contexto.
El término competencia contiene al término transferencia
ya que competencia representa en principio el escalón más
alto en la taxomía. Transferencia significa por un lado, que
las conclusiones de un contexto puedan ser transferidas, por lo menos
en la imaginación, a otro contexto. Por otro lado, una transferencia
es necesaria y posible cuando se encuentran semejanzas entre ambos
contextos.
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